Día #4: La Residenz y alrededores

Como comentábamos ayer al cierre de la anterior entrada del blog, hoy teníamos planificada una jornada indoor, ya que anunciaban mal tiempo. Al final, no ha nevado tanto como anunciaban, pero el viento arreciaba fuerte desde primera hora lo que provocaba que la sensación térmica fuera mucho más baja que los -1 grados que habremos tenido a lo largo del día.

La nieve seguía acumulada en aceras, parques y demás, pero parece que ya es un compañero más del viaje, y nos hemos acostumbrado a ella.

El objetivo principal del día era visitar la Residenz o Palacio Real de la dinastía Wittelsbach. Su ubicación es muy céntrica, en una plaza con interesantes edificios, como el Teatro Nacional, sede de la Ópera, o el antiguo edificio de Correos.

Los Wittelsbach fueron una familia de nobles, principes y Reyes de Baviera durante muchos años. Tal trayectoria les permitió disponer del Palacio urbano más grande de Alemania, una lujosa residencia con 10 patios y más de 130 habitaciones. Su visita es obligada si estas en Munich. Ahora bien, tales dimensiones hacen imposible ver todo en unas horas (y eso que una zona del Palacio está en restauración y no se puede visitar). Necesitarías días para abarcar su grandiosidad. No obstante, el recorrido marcado y con la ayuda de la audioguia (¿algún día harán audioguias más entretenidas y con voces más normales, verdad?) ha hecho que la visita fuera más llevadera.

No sabríamos qué destacar, aunque el Antiquarium, la Galeria Verde y la Galería Antigua han sido lo más bonito.

Además del edificio de la Residenz, en el mismo Palacio se puede visitar el Tesoro que contiene las insignias y joyas reales de la familia. Aquí hemos podido disfrutar de verdaderas obras de arte.

La última visita a la que se puede optar es el Teatro Cuivilles, que como recordaréis es el escenario donde acudimos a ver el concierto de año nuevo, por lo que no nos hemos acercado.

Una vez abrumados con tanta belleza y tanta historia, necesitábamos descansar y comer algo. Saliendo de la Residenz por la plaza Odeonsplatz (con algunos bellos edificios)...

...nos hemos acercado a la zona de la TUM, la Universidad Técnica de Munich, a un sitio frecuentado por estudiantes donde dicen se come un snitchel de considerables dimensiones y que además está muy bueno. Y la verdad es que razón no les falta. Un sitio repleto de gente, que amablemente nos han ayudado a descifrar la carta (codillo en salsa, es el otro plato que finalmente hemos pedido), en perfecto alemán, como no...

Acabar de comer, cruzar la calle, entrar en el campus, subir a la quinta planta, y pedir un capuccino con vistas a la ciudad. Qué pena de tiempo, porque esta terraza en verano, tiene que ser una delicia para los sentidos. Muy recomendable ambos sitios si estáis por la zona (desde el centro son apenas 10' de paseo)

Tip: Por cierto, en ambos sitios y en algunos de ayer vimos a bastante gente bebiendo algo de un color raro acompañado de una rodaja de naranja, y que no teníamos ni idea de qué era. Parecía raro que fuera cerveza, pero quién sabe... Pues bien, hoy hemos salido de dudas. La bebida o como queráis llamar a este brebaje, se llama Spezi, y hasta Paulaner la comercializa. Y, ¿qué es? Se trata de una mezcla de Coca-Cola con refresco de naranja! Bebida extraña que igual hasta la probamos un día de estos.

De vuelta a Odeonsplatz, hemos entrado a la iglesia de Theatinerkirche, un claro ejemplo del barroco en su interior donde destacaba sobre todo el blanco de los estucos que le aportaban mucha luminosidad. 

La noche se había echado encima, empezaba a nevar de nuevo, por lo que nos hemos refugiado entre pasajes y galerías cubiertas, que tanto abundan por esta zona de la ciudad, y que sirven para acoger tiendas, restaurantes, cafés, etc.

Cansados por la paliza de día que llevábamos, rumbo al apartamento a disfrutar de unas maravillosas wiener wurst.

Para cerrar el día, un vistazo a la previsión meteorológica de mañana. No nevará pero se acerca una lengua de frío que hará que las temperaturas se desplomen y lleguemos a los -7 ! Así que tocará abrigarse y combatir al frío, ya sabéis, con humor, buen calzado, ropa de abrigo, cerveza y buena comida bávara. Tschuss.