Día #3: De barrios sobre la nieve

La nevada de ayer ha dejado todo con una estampa blanca con la que apetecía pasear. La temperatura durante todo el día no ha pasado de los 0 grados, así que la nieve acumulada ni se ha movido.

Salvo por alguna pequeña máquina quitanieves, en el resto de la ciudad nadie se ha 'molestado' en apartar la nieve ni siquiera de las aceras. En fin, suponemos que tendrá que ser así.

Por cierto, en algún momento hemos dudado de cuál hubiera sido el transporte más adecuado...

Lo mejor es que hemos podido aguantar el equilibrio sin caernos, tras unos cuantos resbalones.

Hoy queríamos pasear tranquilamente por una serie de barrios menos conocidos y turísticos, pero que a priori esconden cada uno de ellos un carácter bien distinto.

Empezando por el 'nuestro', el distrito de Glockenbach, zona alternativa, moderna, lugar de moda por excelencia hoy en día en Munich. Repleto de cafés, tiendas y restaurantes de todo tipo, distribuidos por sus calles, las cuales parten de la plaza central de Gartnerplatz, centro neurálgico del barrio. Por cierto, desde aquí no se tarda ni 15' a pie hasta Marienplatz. Ha sido todo un acierto haber elegido esta zona para alojarnos.

Hoy por fin le hemos puesto cara al río Isar, al cual nos hemos acercado, y hemos atravesado, para llegar a la otra orilla, pisando nieve sin parar. Algunas zonas del rio aparecían congeladas.

Aquí nos hemos acercado a ver unos baños públicos, tipo balneario, los primeros en construirse en la ciudad y uno de los mejores del país. Mullersches Volksbad es como se llama este lugar.

Nos encontramos ya en Haidhausen, barrio muy familiar y que nos ha encantado. Sus casas, plazas, pequeñas tiendas, iglesias...

...y sobre todo su carácter alpino (¿de verdad estamos en una ciudad moderna y cosmopolita como Munich?) han hecho que hayamos disfrutado mucho paseando entre calles, sin rumbo fijo (o casi, que eso ya sabéis que nos resulta algo complicado).

Aquí hemos parado a comer a una hora temprana, pero es que el sitio tenía muy buena pinta (bendita guía de nuevo!) y no era plan dejar pasar la oportunidad. Todo un acierto, por lugar, comida y amabilidad en el trato.

Queríamos haber probado algún dulce en la zona, pero nos hemos topado con el cártel de cerrado por vacaciones en un par de ocasiones. Así que con las mismas, hemos continuado camino hacia otra zona de la ciudad, el barrio de Giesing. Esta zona nos ha gustado menos, con más ruido y menos ambiente.

Así que tras dar un breve paseo, hemos regresado al punto de partida, volviendo a atravesar el río Isar por otro de sus puentes. El sol que lucía a esas horas y la luz que se proyectaba sobre el agua y la nieve, hacia que la foto de la gente paseando con sus perros, los niños con los trineos, etc. fuera de premio.

¿Qué más se puede pedir para una jornada tranquila, de paseo 'entre barrios'? Pues acabar el día con un café y un dulce. Para el primero, Vits, el que dicen sirve el mejor café de Munich. Espectacular!

Y para el segundo, hemos comprado unos dulces típicos llamados schmalznudel (!) en una de las pastelerías más conocidas, el Café Frischhut. Qué delicia! Repetiremos en ambos, seguro.

La previsión del tiempo no es muy buena que digamos. ¿Acaso no queríamos nieve en nuestra escapada de fin de año? Pues la vamos a tener. Miércoles y jueves parece que no va a parar y que las temperaturas se van a desplomar hasta los -7. Así que para mañana, hemos trazado una ruta indoor, que nos mantenga a buen resguardo. Es que hay que planificarlo todo, ya nos conocéis.

Hasta mañana. Tschuss.