Vuelo con un cielo despejado y unas vistas muy chulas de los Pirineos primero y Alpes después, eso sí, con menos nieve de la esperada (lo sentimos por los esquiadores).
Nos hemos bajado en Marienplatz, centro neurálgico de esta ciudad, donde hacía fresquete, pero llevadero. Eran las 16 horas y todo estaba ya cerrado.
Parecía que los muniqueses empezaban a desplazarse a los lugares donde fuesen a cenar y solo los turistas estábamos por la calle. Nosotros,directos al apartamento, situado en una zona que promete, Glockenbach, barrio alternativo de la capital bavara.
Después de ubicarnos, dejar las maletas... vuelta al centro, para ya de noche y con unas temperaturas bajo cero, disfrutar durante un rato de los edificios iluminados del centro.