lunes, 2 de enero de 2017

Día #2: Paseando por el Altstadt

Hoy lunes se notaba que ya no era día festivo. Tiendas y comercios abiertos, cantidad de gente por las calles y bastante turisteo. Nuestro plan era recorrer el Altstadt o centro histórico de la ciudad. Las previsiones del tiempo anunciaban nieve y a primeras horas hemos tenido un pequeño amago sin importancia al que incluso le ha seguido el sol.
Eso sí, las temperaturas frías, como se puede apreciar en esta foto...

Nuestra primera parada ha sido la plaza del Ayuntamiento, Marienplatz. Centro neurálgico de Munich, en invierno se puede disfrutar del espectáculo del carillon de la torre del Nuevo Ayuntamiento a las 11 y a las 12.
Muchos éramos los que allí estábamos disfrutando del sonido de las 43 campanas y la animación de los 32 figuras.

Después, un paseo por la plaza repasando cada detalle, y es que el entorno resulta muy bonito. El propio Neues Rathaus es impresionante. Nos recordaba un poco al de Bruselas.

Cerca se encuentra el Altes Rathaus o viejo Ayuntamiento, con el aspecto de un castillo de cuento y que acoge el museo del juguete.

Atravesando Neuhaser Strasse una de las calles comerciales por excelencia no solo de Munich, sino de Alemania, repleta de tiendas... y de gente comprando en las rebajas...

...aunque lo que nosotros íbamos buscando eran esos edificios de interés. Si ayer fueron museos, hoy han sido iglesias. Empezando por la Catedral de Nuestra Querida Señora o Frauenkirche, la de las cúpulas de cebolla, para que nos entendamos. Desde lejos no se apreciaba, pero tiene andamios en una de sus torres. Es curioso que hace poco se dictó una ley que prohibía construir por encima de sus 99 metros de altura tanto en el centro histórico como en todo el primer anillo, para no hacerle sombra!
El interior resulta muy frío, con poco detalle, más allá de sus dimensiones. Como anécdota, puedes ver la conocida como pisada del diablo, desde la que no se aprecia ventanal alguno.

La siguiente iglesia en nuestro camino era la Iglesia de San Miguel o Michaelskirche, que nos ha sorprendido por las dimensiones de la bóveda del cañon del techo superada en dimensiones solo por la de San Pedro en el Vaticano.

Fuentes, Palacios, edificios muy bonitos (como el de la cervecería más antigua de la ciudad, la Augustiner) se intercalaban con las tiendas y los centros comerciales, en perfecta simbiosis.

El final de esta calle la pone la Puerta de Carlos o Karlstor, una de las 3 puertas de la ciudad que aún quedan en pie.
Tras esta puerta, la Plaza de Carlos o Karlsplatz con su pista de hielo para disfrute de niños y mayores.
El edificio que podéis ver en la foto anterior era nuestro siguiente destino y se ha convertido en una de las visitas más interesantes de todo el día. Se trata del Palacio de Justicia, cuya visita es gratuita.

Una auténtica gozada poder disfrutar de un atrio central con unas impresionantes escaleras, cargadas de detalles en su decoración.

Además, este palacio acoge la sala 253, donde se celebró el juicio contra el grupo anti sistema nazi denominado la Rosa Blanca. Los 6 miembros de este grupo, 5 alumnos y 1 profesos fueron juzgados y posteriormente ejecutados, por difundir 6 octavillas llamando a la revolución y enfrentamiento contra el régimen nacional socialista.
Muchas huellas estamos viendo en esta ciudad del pasado histórico, relacionado con la que Hitler bautizó como Ciudad del Movimiento. De hecho, fue aquí donde Hitler intento primero alzarse al poder, dar su primer discurso oficial y ejercer el mando.

Sin más pausa, y con hambre en el cuerpo, nos hemos dirigido a la zona del mercado o Viktualienmarkt, desandando el camino recorrido a lo largo de la mañana.
Las recomendaciones de la súper guía nos han llevado a disfrutar de un suculento plato de pflanzerl, conocido en el resto de Alemania como frikadellen, que igual os suena. El sitio, un local muy acogedor llamado Zwickl. Todo un acierto.

La sorpresa nos la hemos llevado al salir, ya que la nieve ha hecho acto de presencia, con bastantes ganas y os podemos decir que ya no ha parado. De hecho, ahora mismo, mientras escribimos estas líneas, estamos viendo nevar. 

Hemos dado unas vueltas por el mercado, y enfilado la calle Tal hasta otra de las puertas de la ciudad, la llamada Isartor.

Las calles cogian ya un tono blanco...

Con la nieve golpeando fuerte, nuestros pasos nos han llevado a la zona de la sinagoga y museo judio, edificios que veremos otro día con luz, ya que su arquitectura exterior es de destacar. El entorno, junto a la plaza San Jakobs de noche y cubierto de nieve, resultaba muy bucólico.

Con esto hemos puesto punto y final a otra jornada intensa, en la que hemos palpado otra visión de la ciudad muniquesa.

Mañana anuncian que parará de nevar, pero que la sensación térmica será baja, debido al viento. Ya veremos. Tschuss!

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